Errores comunes al cuidar suculentas y cómo evitarlos
admin
abril 29, 2025
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Introducción
A simple vista, las suculentas parecen plantas indestructibles: resistentes a la sequía, de crecimiento lento y poco exigentes. Pero aunque son mucho más tolerantes que otras especies, cometer ciertos errores en su cuidado puede hacer que pierdan su belleza o incluso mueran. En este artículo vamos a recorrer los errores más comunes al cuidar suculentas y, lo más importante, cómo evitarlos para que tus plantas se mantengan sanas y hermosas por mucho tiempo.
1. Regarlas demasiado
El exceso de agua es la principal causa de muerte de suculentas. Estas plantas están adaptadas para almacenar agua en sus tejidos, por lo que no necesitan riegos frecuentes.
Cómo evitarlo:
Dejá que el sustrato se seque completamente entre riegos.
Usá macetas con orificios de drenaje.
En invierno, reducí aún más la frecuencia del riego (una vez cada 3 o 4 semanas en muchos casos).
Señales de advertencia:
Hojas blandas, transparentes o negras.
Mal olor en el sustrato (indica pudrición de raíces).
2. Usar tierra inadecuada
La tierra común de jardín suele retener demasiada humedad, algo fatal para las suculentas.
Cómo evitarlo:
Usá un sustrato especial para cactus y suculentas, o prepará tu mezcla: 50% tierra, 30% perlita o arena gruesa, 20% piedra volcánica o grava.
Asegurate de que el agua drene rápido después del riego.
Dato extra: una buena tierra debe secarse en 1 o 2 días como máximo después de un riego.
3. Falta de luz adecuada
Aunque algunas suculentas toleran algo de sombra, la mayoría necesita entre 4 y 6 horas de luz solar indirecta por día.
Cómo evitarlo:
Colocalas cerca de ventanas muy iluminadas.
Si las tenés en interior, rotá las macetas para que crezcan parejas.
Usá luces de crecimiento LED si vivís en lugares con poca luz natural.
Problema clásico: Si tu suculenta se estira hacia la luz (etiolación), es señal de que necesita más iluminación.
4. Regarlas «un poquito» muy seguido
Muchas personas piensan que lo ideal es regarlas con pequeñas cantidades de agua varias veces a la semana. ¡Error! Esto no permite que las raíces se fortalezcan correctamente.
Cómo evitarlo:
Cuando riegues, hacelo en profundidad (hasta que salga agua por el drenaje).
Después, olvidate de la planta hasta que la tierra esté seca.
Es mejor un buen riego espaciado que micro-riegos diarios.
5. No adaptar el riego a las estaciones
Las necesidades de las suculentas cambian con las estaciones:
En primavera y verano (época de crecimiento): necesitan más agua.
En otoño e invierno (época de reposo): necesitan mucho menos.
Cómo evitarlo:
Disminuí la frecuencia de riego en los meses fríos.
No fertilices durante el invierno.
Adaptar el cuidado al ciclo natural de la planta mejora su salud general.
6. Dejar agua acumulada en la roseta
Al regar, si cae agua en el centro de plantas como las Echeverias, puede acumularse y provocar podredumbre.
Cómo evitarlo:
Regá directamente en la base del sustrato, no sobre las hojas.
Si ves gotas atrapadas, sacalas suavemente con un papel absorbente.
Tip extra: usá regaderas de pico largo o botellas con boquilla fina.
7. Cambiar de lugar constantemente la planta
Mover la planta de un lugar a otro puede estresarla, sobre todo si cambia mucho la luz o la temperatura.
Cómo evitarlo:
Buscá un buen lugar con las condiciones adecuadas… ¡y dejala ahí!
Solo movela si realmente ves que su salud está empeorando.
Las suculentas aman la estabilidad.
8. No limpiar las hojas
El polvo y la suciedad bloquean los poros de las suculentas y afectan su capacidad de absorber luz.
Cómo evitarlo:
Limpiá las hojas suavemente con un pincel seco o un paño suave.
Evitá mojar demasiado las hojas durante la limpieza.
Unas hojas limpias = mejor fotosíntesis y más salud.
9. Ignorar señales de plagas
Aunque son resistentes, las suculentas también pueden ser atacadas por plagas como cochinillas, ácaros o pulgones.
Cómo evitarlo:
Inspeccioná regularmente el envés de las hojas y los tallos.
Actuá rápido: si ves plagas, podés usar alcohol isopropílico en un hisopo, o insecticidas naturales como jabón potásico.
Una detección temprana puede salvar tu planta.
10. Creer que «no necesitan cuidados»
Una creencia muy común es pensar que las suculentas se cuidan solas sin atención alguna. Si bien son fáciles de mantener, sí necesitan cuidados básicos.
Cómo evitarlo:
Prestales atención.
Observá su color, forma y crecimiento.
Ajustá la luz y el agua según su respuesta.
Una suculenta feliz crece lentamente, pero se mantiene firme y vibrante.
Conclusión
Las suculentas son compañeras perfectas para quienes aman las plantas pero tienen poco tiempo. Sin embargo, para que prosperen y embellezcan tu espacio durante años, es fundamental evitar estos errores comunes. Con un poco de observación, ajustes mínimos y mucho amor, tus suculentas no solo sobrevivirán… ¡sino que florecerán!
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