Luz:

1. Coloca tus suculentas y cactus en un lugar donde reciban luz brillante pero indirecta. Evita la luz solar directa durante las horas más intensas del día.
2. Las suculentas de hojas más coloridas pueden necesitar más luz para mantener sus colores vibrantes. Ajusta la ubicación en función de las necesidades de cada planta.

Riego:

1. Permite que el sustrato se seque por completo entre riegos. Un exceso de agua puede causar pudrición de las raíces.
2. Utiliza la técnica del «dedo en el sustrato» para verificar la humedad. Si el sustrato está seco hasta la primera falange del dedo, es momento de regar.
3. Agua con moderación en invierno, ya que las plantas entran en un estado de latencia y requieren menos agua.

Sustrato:

1. Utiliza un sustrato bien drenado específico para suculentas y cactus, o mezcla tierra normal con perlita o arena para mejorar el drenaje.
2. Evita sustratos que retengan demasiada humedad, ya que esto puede llevar a problemas de pudrición.

Macetas:

1. Escoge macetas con agujeros de drenaje para permitir que el exceso de agua se escape.
2. Asegúrate de que las macetas sean lo suficientemente grandes para que las raíces tengan espacio para crecer.

Temperatura:

1. La mayoría de las suculentas y cactus prefieren temperaturas moderadas. Evita exponerlas a temperaturas extremas.
2. Protege tus plantas de las heladas en invierno, ya que muchas suculentas no toleran temperaturas bajo cero.

Fertilización:

1. Aliméntalas con un fertilizante balanceado diluido durante la temporada de crecimiento (primavera y verano).
2. Evita la sobre-fertilización, ya que esto puede dañar las raíces.

Poda:

1. Retira hojas y tallos muertos para mantener la planta saludable y prevenir la propagación de enfermedades.
2. Si deseas darle forma a tus suculentas, puedes podar con cuidado en primavera.

Transplante:

1. Transplanta tus suculentas cada 1-2 años para renovar el sustrato y darles más espacio para crecer.
2. Elige una maceta solo ligeramente más grande que la actual para evitar el exceso de humedad.

Recuerda que los requisitos de cuidado pueden variar según la especie de suculenta, cactus o tuna